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Sexología: la ciencia del bienestar sexual

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La sinceridad (Foto iStock)

*Por Lic. Rodolfo Cardillo

La sexología se enfoca en el estudio de la sexualidad humana, sus diversas formas de expresión, sus trastornos, sus disfunciones, la orientación sexual, la identidad de género, la sexualidad en la tercera edad, la sexualidad en personas con discapacidades, por citar algunos ejemplos. 

Su objetivo principal es mejorar la salud sexual y el bienestar de las personas, mediante la educación, la prevención y el tratamiento de problemas sexuales. Su objeto de estudio es amplio y abarca diversos aspectos, como la anatomía sexual, la fisiología, la psicología, la sociología y la cultura. 

De ahí, que decimos que la sexología es un campo donde muchas disciplinas se conjugan para estudiar la sexualidad con sus propios enfoques y métodos. Esto le da un carácter interdisciplinario, necesario para comprender su complejidad. Entre estas disciplinas podemos mencionar a la medicina, la psicología, la sociología, la antropología, la filosofía, etc.

Además, tenemos que tener en cuenta que existen diversos actores que ayudan a cumplir con el objetivo de la sexología. Estos son: el investigador en sexualidad, el educador sexual, el consultor en sexualidad, y el sexólogo clínico o terapeuta sexual. Supongamos que en una comunidad se dan muchos casos de embarazo adolescente que exceden la media; un investigador, en este caso, podría ser cualquier profesional (médico, psicólogo, trabajador social, sociólogo, antropólogo), realizará un estudio sobre los comportamientos de esa comunidad en particular para detectar por qué hay mayor prevalencia del embarazo adolescente. Tomando el mismo ejemplo, un educador sexual buscará informar, generar actividades de aprendizaje para prevenir embarazos adolescentes no deseados. Existen otros casos donde un consejero en sexualidad puede ser de mucha utilidad asesorando a una persona o a una pareja, en relación a preguntas o malestares vinculados al ejercicio de la sexualidad que no necesariamente sean disfunciones o enfermedades sexuales. Por ejemplo, corregir mitos y falacias en torno a la sexualidad, permitir un espacio de diálogo en un proceso de asunción de la propia sexualidad, orientar hacia algunos profesionales indicados para tratar algún tema específico. El cuarto actor que nos resta es el sexólogo clínico o terapeuta sexual que actuará cuando existen disfunciones sexuales o enfermedades sexuales que merecen una terapia sexual. Este rol está reservado exclusivamente a profesionales de la salud como médicos o psicólogos. 

Lic. Rodolfo Cardillo, Dr. Mariano Paulo Priegue, Dra. María Edith Martin y la Lic. Silvia Sommariva. El equipo de Koinonía

Las consultas sexológicas pueden estar relacionadas con problemas de disfunción sexual, como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, la anorgasmia, la vaginismo, la dispareunia, entre otros, que necesitan un abordaje terapéutico específico, algunas veces interdisciplinar. Generalmente, el motivo de consulta más frecuente es la falta de deseo.

Otras consultas sexológicas frecuentes pueden estar relacionadas con la orientación sexual, la identidad y la disforia de género. En estos casos, la sexología ofrece orientación y terapia para ayudar a las personas a aceptar y comprender su identidad sexual y de género.

En conclusión, la sexología ha ganado cada vez más relevancia y mayor interés público, y está bien que eso suceda, dado que la sociedad ha podido comprender la importancia de una educación sexual adecuada y desde una perspectiva integral de la sexualidad. El desarrollo de la experiencia sexual es vivo y cambiante y necesita constante actualización y nuevos métodos de investigación y abordaje por parte de los diversos actores que trabajamos en la sexología.

*Rodolfo Cardillo es licenciado en psicología, psicoanalista y especialista en sexualidad, género y diversidad de Koinonia.