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“Tradwives”: ¿cuánto poder tiene una fantasía sobre la lucha por la igualdad de género?

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Las tradwives son una expresión de discursos conservadores dominantes (Foto iStock)

Laila Fleisman

Nacidas al calor de los gobiernos de ultraderecha y el poder de las redes sociales, las tradwives o “esposas tradicionales” reavivan el debate sobre los roles de género y la construcción de la feminidad.

En la primera temporada de la serie de televisión Gilmore Girls, el personaje de Rory recibe a su novio Dean con un vestido acampanado y el pelo lacio y pulcro contenido con una vincha. Él, que siempre la ve de jeans, estudiando para tener el mejor promedio en la secundaria y leyendo a escritoras como la norteamericana Sylvia Plath se queda boquiabierto. “Cariño, estás en casa”, dice ella, emulando ser la famosa ama de casa Donna Reed. Bajo ese disfraz Rory se divierte al cumplir el deseo de su novio: tener una esposa tradicional.

Veinte años después, distintas usuarias de Tik Tok e Instagram replican esta fantasía sin atisbos de ironía o crítica social. En general, tienen menos de 30 años, son delgadas, de belleza hegemónica, clase media alta o privilegiada y de ideología conservadora. Algunas se filman vestidas de manera vintage, otras más clásicas, mientras crían a sus hijos, lavan los platos, preparan la comida para su marido o mantienen sus rutinas de belleza. Todo esto lo narran con una voz aniñada, beboteando. Los comentarios -en su mayoría- son de varones de cualquier edad, que dejan emojis de aplausos y piden por “una mujer así”. Las comparativas edípicas no tardan en llegar: “una mujer tradicional, como mi mamá”. 

Escena del capítulo “That Damn Donna Reed” (Canal Gilmore Girls)

Los estudios de género ya identifican a las tradwives (del prefijo tradicional y wives, esposa en castellano) desde el 2020 y más atrás en el tiempo, con la primera victoria del presidente republicano Donald Trump en Estados Unidos y el avance de las ultraderechas en Europa. Según un artículo de la socióloga norteamericana Nancy S. Love, estas mujeres de la derecha conservadora “denuncian que el feminismo les falló a las mujeres blancas, porque les quitó la posibilidad de estar con un hombre proveedor que les garantice una familia feliz y una casa linda”

Con el apogeo de las redes sociales como Tik Tok, el contenido se populariza más y estas figuras manejan un nicho que es la cara más mainstream y “estética” del patriarcado. Entre las creadoras de contenido más conocidas están Ballerina Farm -según The Times es la “reina de las tradwives”- Nara Smith y la española Roro. 

Con 10 millones de seguidores en Instagram, Hannah Neeleman de 34 años, más conocida como Ballerina Farm es madre de ocho chicxs que cría en una granja de alrededor de 132 hectáreas en Utah, Estados Unidos. A ellxs y a su marido les cocina desde cero platos a base de los ingredientes que cosecha.

Con gran cantidad de seguidorxs en sus redes, se muestran abnegadas y sumisas (Ilustración iStock)

En febrero, compartió su historia de vida con la revista The Times donde relató que se formó como bailarina clásica en la Academia Juilliard y dejó sus pasiones para dedicarse a su familia y mantener la casa.

Por otro lado Nara Smith y Roro tienen más de 500 millones de likes en Tik Tok y se viralizaron hasta convertirse en motivo de sátira. Su fama se debe a que suben videos cocinando recetas sofisticadas o haciendo pasta dental para sus parejas también “desde 0”. 

Si bien su fama se debe a mostrarse “sumisas”, con su éxito en las redes y los lujos de los que ostentan, no son mujeres comunes sino privilegiadas económicamente. Sea porque sus maridos son empresarios o modelos -como el caso de Nara Smith- o porque ellas mismas monetizan su contenido en las redes. He aquí el peligro que implican: cualquier mujer o feminidad con acceso a internet puede ver esos videos y creer que su vida debería verse así.

“Esos breves videos generan una mirada de una construcción artificial, la cual proyecta una imagen que hace creer que ese es el continuo de la vida de las personas. Estando al otro lado del teléfono, se ve un ideal y se lo compara con la realidad, que comprende el cuidado del hogar y de los chicos”, explica Luján Costa, psicóloga y docente de la cátedra Introducción a los Estudios de Género de la Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires (UBA). 

Por otro lado, están los discursos patriarcales alrededor de las “feminidades ideales” que están al servicio de las masculinidades y que tienen como principales tareas la crianza, los cuidados y las tareas domésticas. “Aún teniendo toda la teoría en la cabeza, en los videos hay una proyección de encontrar ahí una lógica de mujer aspiracional o de ‘buena mujer’ que es un imposible de llevar en el día a día”, añade. En esa búsqueda, según la profesional, aparece la angustia por todavía no haber alcanzado el éxito en los mandatos del género: la pareja, los hijos y la casa. 

Un verdadero sueño patriarcal (Foto iStock)

Dios, patria y familia: ¿qué tan peligroso es el discurso ‘tradwife’ en Argentina?

A mediados de septiembre de este año, el presidente argentino Javier Milei dio un discurso en Parque Lezama, Buenos Aires, donde pronunció el mismo eslogan que estuvo en auge durante el fascismo en Italia: “Dios, patria, familia”

Por sus comentarios sobre las feminidades y las mujeres en la televisión abierta, así como el desmantelamiento de la línea 144 para llamar por casos de Violencia de Género, no hay dudas de que el gobierno Mileista no solo es antifeminista, también es anti mujeres y diversidades. 
A su vez, los casos de movimientos anti aborto en distintas partes del país siguen acrecentándose. En lo que respecta a la Provincia de Buenos Aires, organizaciones feministas denuncian que en San Isidro no se practica el aborto en el hospital público del distrito y que además agrupaciones religiosas reparten afiches pro vida en las puertas de las clinicas de Zárate y La Plata

Así, Argentina perfila a ser un terreno fértil para la llegada de contenido tradwife. “Ya hay agrupaciones políticas como ‘Con mis hijos no’ que militan por la familia tradicional y tienen en la base esos discursos”, dice Costa. Y agrega: “Defienden a la familia tradicional que en realidad es la familia típica de la modernidad, donde las mujeres tienen tareas en el ámbito privado y los varones en el público. Mientras las labores de ellas son invisibilizadas, las de ellos responden al capital”

Los movimientos anti aborto recobran fuerzas avalados por los discursos oficialistas alineados a “Dios, patria y familia” (Foto iStock)

La trampa de la felicidad

Después de separarse de su novio del secundario, Rory Gilmore se formó para ser periodista en la Universidad de Yale y viajó por el mundo con su mamá. Volvió a conocer el amor, esta vez de la mano de Logan, un chico de élite que le pide casamiento en la temporada final de la serie. Pero ella le responde que no porque “todavía es muy joven para ese compromiso” y además porque “quiere ser independiente”. 

Los discursos de las tradwives aparentan ser útiles por acercarles a las mujeres “la clave de la felicidad”. Seguir determinados mandatos, las acercan a ser deseadas por los “hombres proveedores” y a triunfar socialmente. Pero eso es una trampa porque la lista de quehaceres de la buena mujer nunca termina. “La angustia también aparece cuando las mujeres y feminidades se cuestionan si realmente desean ser novias o esposas tradicionales. Terminan sintiéndose estafadas”, dice Luján. Para concluir, la especialista destaca: La felicidad tiene que ver con pensarnos como personas deseantes y en un rol activo que se hacen preguntas sobre lo que quieren y buscan”.