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La inteligencia artificial al servicio de la sexualidad

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Las relaciones sexuales no escapan a la mediatización de las nuevas tecnologías. (Ilustración iStock)

Desde que la inteligencia artificial está al alcance de las personas, se han multiplicado sus usos… esta nota podría estar siendo escrita con ella pero no es el caso; en este Laboratorio todavía disfrutamos del trabajo manual.

La IA tan en auge en la vida cotidiana nos ofrece información en tiempo récord, traducción en y a otros idiomas, deep fakes indetectables, revivir la voz de cantantes que ya no están y ahora también te invitan a sextear con personajes creados por ella para entrar en una fantasía que se asemeje al contacto real con otrxs sin tabúes y sin más límites que los propios de la virtualidad. 

No descubrimos nada afirmando que las relaciones virtuales son cada vez más comunes, para quienes Internet no era moneda corriente en la vida cotidiana y aún recuerdan el sonido de conexión telefónica del módem, sabrán que primero se trataba de hablar a la distancia con unx otrx por chat, ya sea en foros o programas como ICQ; la aparición de las redes sociales profundizaron ese concepto pero siempre con la premisa de que del otro lado había una persona real. Lxs asistentes virtuales como Siri o Alexa, empezaron a poner el foco en la posibilidad de programar a un bot para que responda satisfactoriamente distintos requerimientos; ahora se naturalizaron las relaciones con seres virtuales. 

Her (Ella) es una película de 2013 que gira en torno a un ¿futuro? en el que las personas viven completamente atravesadas por nuevas tecnologías, plataformas, asistentes virtuales e inteligencia artificial. La historia de amor que se desarrolla es la de un hombre que escribe cartas para tercerxs por pedido, con Samantha, una asistente virtual de un sistema operativo que funciona a través de inteligencia artificial. Si bien el film se despliega sobre los cambios en los vínculos y la interacción social, al mismo tiempo, Theodore, el protagonista tiene como búsqueda el sentirse comprendido, completo y contenido en sus necesidades, busca una conexión incluso aunque ella no sea real.

Trailer Oficial de Her – Sony Pictures Argentina

CrushOn AI es una plataforma, básicamente un chatbot integrada por personajes con los cuales “sextear”. Entre sus categorías de personajes y situaciones tenemos todo un repertorio semejante al del porno clásico: MILF’s, piyamadas, profesorxs y colegialxs, etc. como también una gran variedad de protagonistas diversxs. Esta página permite desbloquear una etiqueta llamada No safe for work (No seguro para trabajar, NSFW por sus siglas en inglés) donde los límites se vuelven borrosos y los temas propuestos rompen completamente con la censura (incesto, utilización de drogas, etc.). 

Lxs personajes y las situaciones son creadas por lxs mismxs usuarixs y permiten la interacción entre ellxs, las palabras que más se repiten cuando buscamos información sobre este sitio en Internet es “sin límites”. Mientras que en la tienda de descarga de aplicaciones se presentan así: “Disfruta de los juegos de rol: cuando te sientas solo o simplemente necesites alguien con quien hablar, nuestra IA de personajes está aquí para hacerte compañía, ofreciéndote apoyo emocional y excelentes charlas. No importa si los personajes que buscas son de anime, cómics, películas, programas de televisión o espectáculos teatrales, siempre puedes encontrarlos aquí y divertirte”

Con una amplia mayoría de personajes con estética animé y sin censuras, CrushOn reúne personas que anhelan el contacto digital, se animan y desean surfear fantasías morbosas…¿Que el intercambio sea ficticio lo vuelve 100% aceptable? Más allá de cuestiones morales, la creación y entrenamiento de estos bots es obra de individuos reales y concretos. 

En otro caso que pone en jaque a la realidad, en abril de 2023 fue noticia mundial que “Claudia”, una joven de 19 años que había cosechado miles de dólares a cambio de su contenido erótico en OnlyFans en realidad no existía y todas las imágenes habían sido creadas mediante inteligencia artificial generativa. 

¿Estamos disfrutando de las mieles de la tecnología o alienándonos del contacto real? ¿Cuál -si la hay- es la barrera entre entretenimiento y ostracismo? ¿La vida digital nos permite desinhibirnos y correr límites morales o nos alerta sobre pulsiones presentes?

Dejamos esta nota, ensayo o reflexión con más preguntas que respuestas. Son puntos desde los cuales pensarnos como individuos y sociedad sin una única respuesta pero con la genuina inquietud de disfrutarnos y conectar, sea del modo que sea.