El tiempo tiene un efecto innegable: nos cambia. Y no lo planteamos como algo nostálgico ni poético, simplemente es un hecho.
Con el paso del tiempo, cambiamos de opiniones y perspectivas, aprendemos, dejamos algunos filtros en el camino, la gravedad hace su trabajo, el cuerpo se transforma (por dentro y por fuera), tenemos más experiencia, más conciencia de lo que queremos y nos enfrentamos a otros desafíos. La sexualidad es una dimensión más que varía a lo largo de este recorrido y, por lo tanto, nos acomodamos a nuevas características, momentos y condiciones que nos plantea esta etapa de la vida.
¿Qué podemos esperar al llegar a la meno y andropausia?
“Entre las personas con vulva, identificamos a grandes rasgos dos grupos mayoritarios: quienes se ‘dan de baja´ porque ya no tienen deseo ni ganas de embarcarse tanto en el juego sexual y otro grupo que, al caer el riesgo de embarazo lo toman como una liberación y empiezan a vivir la sexualidad con mayor plenitud”, comienza a desandar Silvia Sommariva, licenciada en Psicología y counselor del equipo Koinonía. “Por otro lado, en muchas personas con pene, se da el uso generalizado del Sildenafil (más conocido como Viagra, por uno de sus nombres comerciales) y las apps de citas; es como una vuelta a la adolescencia, un salir a conquistar, pudiendo vivir con un simple mensaje lo que de jóvenes les llevaba meses de ‘laburo’. La caída de tabúes y la ayuda de la medicina colaboran entre sí para facilitar estas cuestiones”, continúa la licenciada.
Claro que este nuevo estadio es un proceso que viene acompañado de una baja sensible en la producción de hormonas y ese fenómeno origina -a su vez- otras nuevas situaciones como pérdida del deseo, sequedad vaginal, disfunción eréctil, disminución de la eyaculación, entre otras. “Dependiendo de la expectativa que tengan las personas sobre la sexualidad y, también su experiencia previa a la andro y menopausia, buscan asesoramiento o información para mejorar la hidratación y los tejidos vaginales y vulvares con cremas específicamente diseñadas para uso cotidiano -es el equivalente de usar una crema antiage en el rostro o una humectante en el cuerpo- y lubricación durante las relaciones”, explica Edith Martín, médica pediátrica, sexóloga clínica y presidente de Koinonía. “Además de esto, es bueno tonificar los músculos del periné, con ejercicios de suelo pélvico y/o el uso de las bolas chinas, que no son un juguete sexual sino más bien un dispositivo de kinesioterapia”, profundiza.
Para adentrarnos en cuestiones prácticas, hablamos con María José San Felice, profesora nacional de Educación Física que comenzó a descubrir en su ámbito de trabajo algunos problemas comunes: “muchas mujeres no querían realizar ciertos ejercicios en el gimnasio porque temían pérdidas de orina. Durante la pandemia, comencé a interiorizarme en el mundo de los ejercicios para suelo pélvico y a conectarme con profesionales entendidos en el tema”. Así, San Felice desarrolló un nuevo proyecto: Femme Care. Una boutique erótica en la que no hay sex toys, sino “sex tools”, como ella las identifica, para complementar el entrenamiento para una vida sexual plena.
“El orgasmo es el ejercicio número uno para fortalecer el suelo pélvico, tanto en hombres como en mujeres”, sentencia, “durante el orgasmo se producen una gran cantidad de contracciones en pocos segundos de músculos de contracción involuntaria que representan el 80% del suelo pélvico, el 20% restante de la musculatura es de contracción voluntaria, o sea, tenemos conciencia de su accionar. Los famosos ejercicios Kegel se utilizan para este 20%”. Por tal motivo, el orgasmo es la única manera de ponerlos en acción.
Como ya habíamos desarrollado en Entrenar para mejorar el placer, todas las personas tenemos suelo pélvico y se puede trabajar y fortalecer. A Femme Care llegan personas derivadas por profesionales de urología, ginecología o kinesiología del suelo pélvico, “ya que tienen problemas de erección o de sequedad vaginal, disminución de la sensibilidad o anorgasmia”, explica San Felice. Para suelos pélvicos muy tensos, la problemática se trabaja con ejercicios de relajación de la musculatura y de diafragma con respiración; en el caso de suelos pélvicos debilitados, “se hacen ejercicios de fuerza para el periné y trabajos hipopresivos, que no incluyen solamente suelo pélvico sino también la musculatura profunda del abdomen y diafragma. En cuanto a los dispositivos, se utilizan vibradores internos para estimular tejidos. La estimulación trabaja la irrigación y las terminaciones nerviosas para mejorar la sensibilidad, el aumento de irrigación de sangre genera más oxigenación, por ende, más vida para los tejidos. Los vibradores externos sirven para los tejidos externos, como vulva, clítoris y escroto”, ahonda la profesora.
Para trabajar la libido o el deseo, hay que tener en cuenta que este es multifactorial, por lo tanto, lxs profesionales recomiendan que el abordaje terapéutico sea sobre los factores que inciden en él. “Cuanta más salud en general se tenga, mejor salud sexual y mayor deseo va a haber. Algunas cuestiones claves para promover la salud son una dieta equilibrada, hacer ejercicio moderado y tener un sueño apropiado. Además, considerar otras más como el desarrollo personal, cuidar la salud mental, tener vínculos saludables, educarse sexualmente para despejar mitos y falacias y habilitar nuevas prácticas y realizar terapia sexual”, recomienda la doctora Martín.
Todas las personas pueden entrenar ya sea con dispositivos como vibradores, estimuladores prostáticos, bolas chinas, utilizar cremas o realizar actividades de respiración y contracción para combatir los efectos de los cambios que acontecen en nuestros cuerpos al llegar a la meno y andropausia; hay información y muchxs profesionales para atendernos y a quienes volcarles nuestras dudas, consultas y preocupaciones para obtener herramientas que permitan seguir disfrutando de la sexualidad en cualquier etapa de la vida.
