La literatura históricamente es precursora en materia de divulgación de opinión y saberes, si bien siempre ha estado asociada a la formación de ideas, moldeado ideales éticos, morales y estéticos; es también un gran recurso para las disidencias, para romper estereotipos y liberar las fantasías de los tabúes y las expectativas sociales dominantes. El erotismo se asocia así con la textualidad para proyectar y compartir ese ratoneo que calienta la mente –y los cuerpos- desde que tenemos la posibilidad de imaginar y desear.
Para profundizar, hablamos con Marina Klein, editora de Ediciones Frenéticxs Danzantes, una editorial independiente, autogestiva y artesanal, que -según se definen- aborda la literatura “visceral y de combate”, que presenta la colección Los Manjares de Afroditx, una selección de obras vinculadas al goce que se suma al catálogo de la editorial.
Bajo el imperio de la satisfacción del placer, desde la editorial aseguran que el criterio de selección de obras se ajusta “únicamente por el gusto y el goce”. En particular, la colección Los Manjares de Afroditx tiene un objetivo particular “calentar”, incluyendo todas las potencialidades y variantes incluidas. “Trabajamos con literatura visceral. Poesía y narrativa fuerte y honda, para generar espacios de libertad, reflexión y descarga, pero también donde puedan convivir la tristeza y el goce, o cualquier otra manifestación honesta de estar y sentir en este mundo”, asegura Marina.
Los Manjares de Afroditx surge a partir de una convocatoria abierta que inicialmente iba a conformar 10 plaquettes, 5 de poesía y 5 de narrativa. Sin embargo, por la calidad y profundidad de los textos que recibieron a través de una convocatoria abierta, decidieron publicar 16. Se trata de una “colección erótica transfeminista y disidente, que se gestó a partir de una necesidad de lecturas eróticas no heteronormadas”. En este sentido, la editora afirma que ha cambiado el modo de concebir el erotismo: “no es el mismo que hace diez o veinte años, nos pasan un montón de cosas que antes no sabíamos ni cómo enunciar. No sabíamos ni cómo nombrarnos. Ahora que sí sabemos, o estamos sabiendo cada vez más, necesitamos también renovadas maneras de vincularnos, de explorar y adentrarnos en la sexualidad y el erotismo, y la literatura tiene que poder dar cuenta de eso. Tiene que poder llevarnos a esos mundos de la manera más cabal posible. Y lo hace”.
Manos a la obra:
La necesidad de textualizar nuevas formas de vivir la sexualidad se ve expresada en Todo Arde, de Reina Rosko. “A diferencia de la mayoría de mis relatos, el germen de este cuento erótico fue totalmente personal. Estuvo dormido durante mucho tiempo y resurge desde un lugar de experimentación. Las ideas iniciales emergieron en hilo, de la nada. Creo que necesitaba experimentar con mi propia sensualidad, mi propia sexualidad y como yo siempre fui muy cerebral y mental, lo hice primero a través de la literatura”, indica la escritora de uno de los relatos seleccionados.
El cuento busca “explorar una sensación de liquidad que tienen las relaciones interpersonales modernas. Desde una perspectiva más bien existencialista, no sólo pone en juego el sexo, sino también el amor, la soledad, el dolor que produce la pérdida, las fantasías que nos creamos con el otro, que no siempre se encuentran con la realidad. Indaga esa conexión tan íntima que tiene en lo sexual con nuestros propios traumas, con nuestros propios fantasmas y con nuestros propios miedos”, aclara Rosko.
La literatura erótica brinda un mundo de fantasías y calienta hasta los más escépticos. Afortunadamente, hay espacios cada vez diversos que se abren a indagar otros modos de vivir la sexualidad plenamente.
Las Ediciones Frenéticxs Danzantes, que incluye Los Manjares de Afroditx, están disponibles para libre descarga (gratuita) en la web de la editorial. O la versión en papel: “a precios populares y amorosos”, en las ferias de libros.