Llegan las fiestas, un nuevo año arranca y con él un calendario que incluye cumpleaños, aniversarios y otros motivos para compartir y festejar. Los regalos son siempre bienvenidos, un mimo para quien recibe ese presente. Sin embargo, para quien homenajea muchas veces resulta difícil pensar por fuera de los estereotipos socioculturales que moldean y perpetúan nuestros modos de percibir, sentir y relacionarnxs con lxs otrxs. Por eso, compartimos tres experiencias autogestivas que invitan a regalar diversidad.
Lxs más jovenes suelen ser lxs más regaladxs, así que acudimos a Inés Castro y Heliana Gómez, docentes de nivel secundario y superior, que están al frente de Miluniversos juegos libres, una propuesta lúdica destinada a niñxs, jóvenes y adolescentes, y especialmente adultxs. “Se crea en el año 2020, en medio de la pandemia y con la intención de proporcionar juegos no sexistas para todas las edades y como material para educadores y familias para trabajar la Educación Sexual Integral”, aseguran.
Para estas emprendedoras, “existe una lógica de mercado que impulsa y crea un sector de la población que consuma ciertos juegos según la ideología que quiere instalar, y en este sentido todos los juegos tienen muy marcados los roles y estereotipos de género. Juegos y juguetes para varón y para nena”.
Desde pequeñxs vamos asimilando la cultura, aprendiendo a relacionarnos e interactuar a través del juego. Es por esto que los juguetes y los juegos adquieren un rol central para el desarrollo de sociedades más inclusivas y diversas. “No podemos seguir sosteniendo un modelo heteronormado sobre qué y cómo jugar. El debe ser en el juego según el género. El juego debe ser libre y acompañado en la familia”, explican las docentes. A través del juego, es posible “reducir las barreras de la desigualdad de género que se instalan desde las infancias y se refuerzan en mandatos sociales con la adultez”.
Contar con una apoyatura que contenga una mirada inclusiva es fundamental para todxs lxs adultxs referentes: “vimos la necesidad de dispositivos lúdicos y pedagógicos para acompañar los procesos de enseñanza aprendizaje con perspectiva de género y diversidad”. Mientras trabajan en el desarrollo de juegos propios, actualmente tienen un abanico de propuestas que también incluyen juegos para personas con disminución visual y auditiva, destinados a docentes, profesionales y familias que quieran jugar y aprender desde un marco de respeto e igualdad.
“Nuestra propuesta de regalos no es sólo para lxs más pequeñxs. Por eso, acudimos a Mecho, diseñador de indumentaria, que está al frente de AbuelaYetta“. Una iniciativa que busca “promover la comodidad sobre todas las cosas, a partir de prendas de diseño que se adapten a las necesidades y gustos de quien las use”.
La oferta de indumentaria generalmente se fija en estándares hegemónicos que adoptan las marcas más conocidas, se trata de propuestas que tergiversan y encasillan todas las percepciones. “Las marcas masivas de indumentaria siguen perpetuando estereotipos de género, porque todavía producen ropa para hombre o mujer, sin tener en cuenta la diversidad de identidades, corporalidades y experiencias que existen”, explica Mecho. Es por esto que es fundamental que: “para abrazar y celebrar esa diversidad es necesario que haya propuestas alternativas de diseño, para que las personas que no se identifican dentro del binarismo de género, también se sientan cómodas a la hora de elegir que vestir”, agrega.
Finalmente, para quienes quieran subir la temperatura, desde LdD sumamxs una propuesta más picante, la lencería de Orquídea Negra. Detrás de la marca está Flor, quien asegura que “no toda la lencería que se ofrece en el mercado representa a la totalidad de las personas porque hay muchas que no encuentran talles o que su cuerpx se tiene q adaptar a la prenda, cuando creo que tiene que ser al revés, que la prenda se adapte al cuerpx de cada unx. No todos los cuerpxs son iguales es x eso q muchas veces trabajo con las medidas de cada cliente”. La emprendedora diseña y confecciona “prendas para todes, pero en especial para los cuerpxs diversos que no encuentran o que no encajan en las marcas hegemónicas”.
Cuando pensamos en cómo la cultura determina nuestros vínculos, cómo deberían ser, con quiénes, qué está “bien” y qué no, vemos que esa experiencia está regulada también por los consumos que realizamos. La segmentación que realizan los productos masivos y tradicionales generalmente se anclan en categorías binarias normativas y estéticamente hegemónicas, en un proceso de exclusión que deja por fuera cualquier tipo de diversidad e identidad.
Por esto, desde LdD queremos compartir alternativas inclusivas, integradoras y diversas, que tengan representen y expresen diversos modos de ser, experimentar y vivir. Y que el regalo, además de ser un presente, también nos represente.