Cuando finaliza el año, muchxs hacen balances de qué pasó, cómo fue y qué esperan que ocurra el año nuevo; nuestro metier es tan simple como satisfactorio: buscamos placer y explorar nuevas maneras de sentirlo, en soledad o compañía.
Por eso, se nos ocurrió que una buena forma de decirle adiós a 2023 es teniendo emocionantes planes para 2024; nos animamos a confeccionar una pequeña lista de doce ideas para practicar, probar y, por sobre todo, para descubrir nuevos horizontes de goce.
Enero: es el mes uno, por eso creemos fervientemente que es una buena oportunidad para emplear técnicas de autoconocimiento. Probar diferentes métodos y aprender nuevas cosas que nos gusten, puede ser un gran modo de empezar el año. Hay miles de opciones, entre las que se nos ocurren, un juguete nuevo con alguna característica que no podamos recrear por nuestra cuenta (vibradores con ondas de aire para las personas con vulva o un masajeador prostático para personas con pene), ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico para más salud y orgasmos más intensos o nuevas posturas para la masturbación como ponerse en cuclillas, arrodillarse o llevar, acostadx, las rodillas al pecho.
Febrero: escenarios nuevos. Siempre se pueden aprovechar las vacaciones, la playa, un lago o un sendero desamparado pero si nada de eso sirve la consigna sigue siendo simple: cambiar la habitación por el baño, la cocina, el living o -con mucha discreción- el balcón. Si son amantes de la adrenalina, una casa ajena o el auto para volver a esas aventuras que todx joven tiene en su haber. Pero ojo, no todo es ponerse en el ojo público, ¿hace mucho que no van a un telo?
Marzo: estamos tentadxs de proponer un trío pero sería demasiado obvio y acá nos gusta deambular ese sinuoso camino entre lo creativo, lo novedoso y esa idea que siempre nos rondó por la cabeza pero encontramos alguna excusa para no llevar a cabo. Por eso, les proponemos concretar una fantasía. Las hay de todo tipo, las más íntimas, incluso las que nos avergüenzan un poco pero que sirven de combustible y otras que no nos molestaría dejar de imaginar y empezar a recordar. Con charla previa, si implica a una pareja, y dejando los prejuicios atrás, nos adentramos en el mundo de la imaginación hecha realidad.
Abril: un vistazo al Kama-sutra. Las imágenes están disponibles en Internet para sumar experiencias y completar el set de posiciones que cada unx tenga como tradicionales, las cuales si nos dan placer, siempre están aprobadas. Algunas requerirán más destreza, elongación o fuerza pero seguramente podamos hacer otras o generar nuestras propias variantes.
Mayo: mes 5, como los sentidos… ¿y si probamos experiencias sensoriales en las que nos “privamos” de algunos de ellos para enriquecer el resto? Lo bueno de esta propuesta es que hay miles formas de hacerlo, desde usar la remera que acaba de volar en la previa hasta comprar accesorios más específicos en una tienda sexual. Otra ventaja es la gama de límites con los que podemos jugar. Vendar los ojos; utilizar plumas, fustas, sogas para jugar con el tacto y su limitación; poner música o audio porno para encender el ambiente. Con la comida no se juega pero con las papilas gustativas sí: cremas, preservativos con sabor, frutas, bebidas espirituosas y hielo como algunas de las ideas más obvias pero que funcionan muy bien. Para los aromas, por qué no velas, perfumes y aceites esenciales que empiezan como masajes y terminan en clímax.
Junio: sexo tántrico. Claro que no todas las personas tienen una condición tan asociada a lo espiritual pero eso no quita que podamos aplicar algunas cosas y de paso bucear si nos divierte. El presente es fundamental para el Tantra, por ende, un primer paso es entregarnos al placer y a la conexión con unx otrx sin pensar en el después o en otrxs. Se puede comenzar por bajar la frecuencia de la propia respiración y luego sincronizarla con la ajena, mantener el contacto visual con la pareja, cambiar de ritmos e intensidades y, para lxs más entrenados, dominar la eyaculación.
Julio: juego de roles. Estereotipos, uniformadxs, personajes, profesiones o extrañxs en un bar… a soltar toda vergüenza, animarse a la interpretación (y un poco al ridículo) y dejarse llevar. Estar en personaje nos puede ayudar desinhibirnos y entregarnos al placer total.
Agosto: muchas gente siempre dice, sobre todo en redes, que agosto es larguísimo, entonces la propuesta para pasar bien satisfechxs este mes es estirar el juego previo. ¿Hasta dónde podemos llegar y cuánto deseo podemos acumular sin tener sexo? Retrasar el placer es tan divertido como, al final, satisfactorio.
Septiembre: es el mes del estudiantado, ¿por qué no tomar clases, talleres o hacer una consulta con unx profesional para explorar la sexualidad? Entender ciertos contextos o aprender a hacer nos pueden ayudar a tener una vida sexual acorde a nuestras expectativas.
Octubre: dominación y sumisión. Respetando los límites, se puede jugar a ser amx y esclavx por un ratito, ¿qué pasa si cedo el control y qué si el poder de decisión es completamente propio? Siempre con consentimiento y marcando la cancha antes de empezar, podemos jugar a liberarnos de la iniciativa y quizás nos guste y a pedir específicamente lo que queremos y saber que lo obtendremos tal cual lo solicitamos.
Noviembre: juguetes o juegos sexuales. Una excursión al sex shop puede ser estimulante y volver con nuevas adquisiciones es una buena iniciativa para explorar más zonas erógenas. Cada vez hay más juegos para parejas y juguetes innovadores que encienden el ambiente.
Diciembre: terminemos el año juntxs y revueltxs… llegan las fiestas y estamos dispuestos a celebrar que transitamos un año más. Esta es probablemente la propuesta más osada de todas, ¿o no? Amigxs con derechos, un trío, intercambio de parejas, apertura de pareja o practicar el cuckolding. Muchas alternativas en las que a veces la sola charla o búsqueda actúa de chispa en la pareja.
¿Qué propuestas probarías o ya probaste? ¡Feliz 2024!